El policarbonato

Polypiù

Un material versátil, ideal para las aplicaciones más diversas

Un polímero es una molécula compleja compuesta por muchos grupos moleculares unidos en cadena mediante la repetición del mismo tipo de enlace (llamado covalente). El policarbonato, en particular, se obtiene del ácido carbónico y se «construye» con un grupo químico que deriva del bisfenol.

Se considera una sustancia amorfa (que en estado sólido carece de estructura cristalina) y es termoplástico, porque tiene propiedades mecánicas que varían en función de la temperatura a la que se expone (p. ej., dilatación térmica). Se puede adaptar a cualquier exigencia, sobre todo en el ámbito de la construcción.

Existen dos tipos de policarbonato: el compacto y el celular.

La característica que rápidamente se hace evidente es la diferente transparencia entre los dos materiales: el policarbonato compacto es totalmente transparente y más similar al vidrio, mientras que el policarbonato celular tiene una conformación en células o cámaras de aire.

En su versión compacta, este tipo de material tiene la estructura «maciza» y, por lo tanto, es más pesada respecto a la variedad celular, que está se compone de cámaras de aire. En consecuencia, el policarbonato compacto tiene un precio superior respecto al policarbonato celular, pero también un efecto estético más elegante y de mayor impacto escénico.

El policarbonato celular se usa habitualmente en el sector industrial (bóvedas continuas, lucernarios continuos o en pendiente con posibilidad de apertura, fachadas verticales, dientes de sierra abatibles, cubiertas combinables con paneles sándwich, etc.), mientras que el compacto se emplea sobre todo en el ámbito del diseño de interiores y la arquitectura (marquesinas, paredes divisorias interiores, etc.). El policarbonato celular también puede utilizarse sin problema en el ámbito civil, para la realización de pequeños cobertizos, cubiertas para cenadores, terrazas, porches, marquesinas en voladizo o pequeñas cubiertas para balcones o jardines. Es posible curvar en frío el material, aumentando su rigidez y adaptándolo a cualquier tipo de aplicación.

En el campo del diseño de interiores, el policarbonato permite dividir espacios sin tener que realizar obras de albañilería y ofreciendo la posibilidad de aplicar color y/o decorar los paneles a voluntad.

¿Necesitas más información?

¡Contáctanos ahora! Uno de nuestros expertos te responderá a la mayor brevedad posible.